jueves, 8 de noviembre de 2012

CHILE PREHISPÁNICO.



Chile Prehispánico.

 
 
 
 
 
 
Chile prehispánico, antiguamente denominado como Prehistoria de Chile, es el período histórico que se extiende desde la llegada de los primeros habitantes al actual territorio continental chileno, por lo menos en el 12800 a. C., hasta la llegada de los colonizadores españoles a Copiapó, en la expedición de Diego de Almagro, el 21 de marzo de 1536.

 

La enorme diversidad geográfica del actual territorio chileno fue habitada por numerosos pueblos, desarrollándose distintas culturas con distintas formas de adaptación a este territorio.
 
 
Las comunidades originarias del Norte Grande de Chile
 
En el sector costero de esta zona habitaba una comunidad llamada los changos, quienes usaban canoas y balsas de tres palos hechas con cuero de lobo marino infladas. Para hacer sus balsas, cortaban la cabeza y las extremidades del animal y cosían las aberturas con agujas de cactus y con tendones del mismo animal. En la parte de la cabeza introducían una caña, por la cual inflaban el cuerpo hasta que del lobo se llenaba de aire. Cazaban ballenas y toninas que consumían en la salida de las quebradas que llegaban al mar con agua dulce. Eran pescadores y recolectores.
Los atacameños habitaban los oasis cercanos al salar de Atacama, los cursos medios e inferiores del río Loa, la zona costera hasta la altura de Taltal y la zona entre este punto y la cordillera andina. Mantuvieron vínculos con Tiahuanaco y alcanzaron notables avances en su estructura social, económica y cultural. Construyeron fortalezas o pucaras, de influencia incaica, tales como Lasana y Quitor. Sus casas eran de piedra con techo de ramas, la cocina estaba cerca de la bodega y del corral, donde tenían llamas y alpacas. La lana de estos animales era usada para elaborar telas y frazadas, la carne para el consumo, el cuero para fabricar sandalias y el estiércol lo usaban como combustible y como abono. Practicaban la agricultura en las laderas de las quebradas y cerros con un sistema de regadío artificial. Este tipo de cultivo ha sido denominado intensivo, ya que en poco espacio lograban un alto rendimiento gracias al uso de sofisticadas técnicas agrícolas. Cultivaban maíz, frijoles, calabazas, ajíes, papas, quínoa.
Hablaban kunza, lengua que ha desaparecido en la actualidad. Creían en una vida después de la muerte, enterraban a los cadáveres envueltos en telas y con sus bienes personales. Por las condiciones climáticas del lugar momificaban sus cuerpos. Esto ha permitido a los investigadores e investigadoras obtener mayor información sobre su sistema de creencias, ya que por la salinidad y sequedad del suelo se han conservado en muy buenas condiciones.
Al parecer, changos y atacameños tuvieron contacto comercial. Esta suposición se basa en los restos de grano que se han encontrado en los lugares habitados por los changos y en los restos de pescado hallados en los lugares donde habitaban los atacameños, en el altiplano del Norte grande.
 
 
Las comunidades originarias de los Valles Transversales
 
Los diaguitas habitaron en los valles transversales que se ubican entre Copiapó y Santiago. Valles fértiles y llenos de pequeños cultivos, que, mediante inteligentes sistemas de regadío, hicieron de este pueblo una de las culturas más importantes del Norte Chico.
Su producción agrícola era la misma de los otros pueblos del norte y se ocupaban también de la actividad ganadera, llevando a los animales desde la cordillera hacia la costa en busca de pastos estacionales. En estos traslados cazaban guanacos y hacían charqui con su carne.
Estas comunidades humanas estuvieron bajo la influencia de los incas, lo que se nota al conocer los sistemas de riego y las técnicas que utilizaron en la fabricación de cerámica.
Fueron expertos ceramistas que decoraban con negro y blanco sobre fondos rojos. Además de las piezas de uso doméstico, fabricaban artículos de uso ceremonial, de los cuales el más conocido es el jarro pato.
Construyeron sus casas con barro y vegetales, su vestimenta con telas de algodón y lana, y usaban el cuero de sus animales para fabricar sus sandalias.
Hablaban el kakán, lengua desaparecida debido al mestizaje con la población española. Cada valle de esta zona era un señorío independiente y la unidad entre ellos se nota solo en algunas de sus costumbres y tradiciones. Cada valle se dividía en sectores: de "arriba" y de "abajo", pero, en caso de tener que defender su territorio, se unían en bloque.
 
 
Los mapuche
 
Desde el río Aconcagua hasta la parte norte de la isla de Chiloé habitaba el grupo étnico más numeroso de Chile: los mapuche o “gente de la tierra”. No conformaron un solo pueblo, ya que estaban divididos en numerosos linajes. Distribuidos en este amplio espacio tenían en común la lengua -el mapudungún-, el sistema de creencias y algunas costumbres.
A la llegada de los españoles, la población era aproximadamente de un millón de habitantes, lo que nos permite suponer que el territorio estaba densamente poblado con un nomadismo mínimo y ordenado y que había una cantidad de recursos suficientes para su subsistencia. Además debían contar con algún tipo de organización social, que les permitiera su funcionamiento.
Fotografía grupo de mujeres mapuche
Los mapuche tenían una serie de conocimientos técnicos sobre la agricultura, practicaban la pesca, la caza y la recolección de frutos. Su nivel de desarrollo puede denominarse como proto-agrario, esto significa que conocían la reproducción de ciertas especies vegetales, pero que no habían desarrollado todavía una agricultura propiamente tal.
 
 
Las bandas canoeras del extreno austral
 
Los Chonos son los canoeros del sur de Chiloé. Su organización social básica era la familia. Se movilizaban entre los canales desde el seno de Reloncaví, por el norte, hasta el golfo de Penas, por el sur.
Esta zona posee una geografía disgregada, llena de pequeñas islas, fiordos y canales. La temperatura es baja y aumentan las lluvias a medida que se avanza hacia la Isla grande de Chiloé. Abunda la fauna marina, con especies tales como las toninas o el delfín chileno. En las islas son numerosas las manadas de lobos marinos, focas y pingüinos.
Al llegar a las costas de lo que hoy se conoce como Estrecho de Magallanes, nos encontramos con grupos humanos que navegaban pescando y cazando fauna del mar. Estos fueron los llamados kaweshkar o alacalufes y los yámanas o yaganes, quienes compartían costumbres y modos de vida. Los kaweshkar se ubicaban en los canales al norte del Estrecho de Magallanes.
 
 
Los cazadores de Tierra del Fuego
 
También en esta zona, pero en la Isla Grande de Tierra del Fuego, vivían los selknam u onas, hábiles cazadores de guanacos y animales marinos que también recolectaban frutos silvestres y raíces.

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